El proyecto de construcción del cementerio municipal, que se desarrolla por fases debido a su magnitud, continúa a buen ritmo. Tras una fase previa en la que se realizó el vallado perimetral y el acondicionamiento del terreno, y una primera fase en la que se construyeron 300 nichos y 60 columbarios prefabricados, además de la distribución del agua en la parcela, el marcado de caminos interiores y la instalación eléctrica, ha finalizado la segunda fase de esta obra consistente en la ejecución del almacén que dará servicio al cementerio, la terminación del vallado existente entre el futuro aparcamiento y el cementerio, y la urbanización de los viales que unen los tres pabellones con nichos y columbarios con la zona de aparcamiento y la entrada del edificio de servicios.
Esta segunda fase se ha completado con la construcción de la estructura de dicho inmueble, ubicado frente al complejo funerario, que albergará las dependencias mínimas y obligatorias para poder enterrar, es decir, la recepción y las dependencias administrativas, los vestuarios de personal, el depósito, la sala de autopsias, el pasillo técnico, el horno de ropa, el almacén, los cuartos de instalaciones y los aseos. De esta manera, quedan para posteriores fases el resto de salas, que se construirán según necesidades futuras: tres velatorios, una sala de ceremonias, un crematorio y una cafetería.
El nuevo cementerio está ubicado a un kilómetro al sur de la ciudad, junto a la carretera N-1226. La entrada principal al mismo, donde se situarán los futuros edificios y el aparcamiento, será desde la carretera de Berbegal. Este proyecto contempla un cementerio tipo parque, lo que le permitirá, además de desempeñar su función principal, ser un lugar de paseo. Una vez finalizada la totalidad de este proyecto, el cementerio municipal contará con 144 tumbas, 720 columbarios de cenizas y 663 nichos.